Hola amigos!

Decimos acá en México, que "más vale tarde que nunca"...finalmente les escribo a punto del equinoccio de invierno. Me he tardado tanto porque han sido meses intensos, desde mi estancia en Dacres y de mi regreso, siempre es una gran experiencia para mi ir a visitarlos a New Hampshire, se crea un "antes y despues de Dacres" cada año que he ido. Este último año fue de grandes enseñanzas, mi verano compartido con todos ustedes, los animales, las plantas y los arboles de la granja. Mi llegada fue casi en el nacimiento de una camada de cerditos y mi ida fue otro nuevo nacimiento de otra camada y la entrada del equinoccio de otoño, entonces fue todo un periodo importante en mi vida, estar allá siempre abre mis oidos, mi vista y todos mis sentidos un poco más cada vez, cada hierva arrancada es un ruido menos arrancado para que crezca lo nutritivo, y eso lo aprendo allá como proceso interno y externo que se puede ver en los jardines y en mi corazón. El trabajo y mis manos en la tierra me conectan con lo más sagrado y es asi como puedo empezar a escuchar de nuevo cada vez. Esta vez también fue confrontante, me pregunté tantas cosas, sobre mi, sobre mi entorno, mi país y que puedo yo hacer para contribuir en algo a su sanación, Dacres me enseña que siempre se parte de la tierra, de nuestra relación con ella, y en definitiva compruebo cada vez más que definitivamente "Food is Revolution". Hay muchas cosas por hacer, pero también es importante partir de uno mismo y de mi relación con el que está frente a mí trabajando, no se puede construir una revolución si no hay primero una revolución interna en cada uno, que me haga respetar y reconocer al que está frente a mí en el aquí y en el ahora, porque te puedes dar cuenta que finalmente el que esta enfrente esta reflejando algo de ti mismo, algo que hay que aprender, de nada vale una revolución estando solo, porque estamos en este mundo y estamos conectados entre nosotros y con la tierra, en la medida en que empecemos a entender cada vez más eso, entonces crearemos cambio, crearemos mundos nuevos, juntos. Nadie es más, o ménos que nadie. Todos estamos en esto, estamos en lo mismo, en la búsqueda.
Solo puedo agradecer, agradecer mucho a Dacres y a todos los que lo han conformado a lo largo de los años y a los que lo conforman cada vez, en esta utopía de crear un nuevo mundo, nueva vida, cada vez, cada equiniccio, cada estación, en cada hierva, en cada semilla. GRACIAS.
Nos veremos de nuevo, esta vez espero tener el coraje de vivir el frío. Pero nos veremos las caras otra vez.
Susana